Día de la visibilidad Trans

 In Diversitat, Información, LGTB

Hoy, 31 de marzo, día de la visibilidad Trans, volvemos a unir nuestras voces para reivindicar a todas las personas Trans como parte activa de la sociedad en la que vivimos. Poniendo el acento en las mujeres LBT, como ha hecho FELGTB, desde Diversitat queremos hacer hincapié en todas las personas Trans que por la expansión del COVID-19 y las medidas de confinamiento, están sufriendo violencia machista hoy más que nunca.

En el inicio de esta nueva década, debemos superar, de una vez por todas, la visión patologizante hacia las personas trans. Una visión binarista y cisheternormativa que presupone que, a cada cuerpo, le corresponde un determinado sexo y unas características específicas. La concepción social de las personas trans, tan sesgada por el prisma del sistema sexo-género y de la dualidad hombre-mujer, impide erradicar el sufrimiento de quienes no encontramos concordancia entre el sexo que nos asignaron al nacer (cuando no antes) y nuestra vivencia interna.

Desde Diversitat y desde el Observatorio valenciano contra la LGTBIFobia reivindicamos la lucha constante y diaria que tienen que hacer las personas Trans para acabar con la estigmatización y los abusos de una sociedad que nos trata como enfermas. Por eso, y siguiendo el ejemplo del gobierno valenciano, le exigimos al ejecutivo del Estado que lleve a cabo la redacción de una ley Trans y una ley LGTBI específicas que garanticen nuestros derechos sea cual sea el lugar en el que vivimos.

Defender los derechos de las personas que hemos sufrido y sufrimos discriminación por nuestra orientación sexual, identidad o expresión de género es una lucha por el reconocimiento de los Derechos Humanos. Trabajar por el respeto a la diversidad es hacerlo por una sociedad de presente y de futuro. Nuestra sociedad es diversa, le pese a quien le pese.

Si hay una sigla que sufre una mayor discriminación es la T. Las personas Trans no solo somos atacadas por la extrema derecha que nos señala en su discurso, sino que también estamos viendo cómo entre quienes veíamos como aliadas se empieza a poner en duda que seamos o no mujeres y hombres de pleno derecho. Desde que nacemos y nos damos cuenta que nuestro género no se identifica con el género sentido, empezamos un camino hacia un cambio para el que la sociedad nos pone un montón de barreras y por el que vivimos de primera mano la discriminación y maldad humana.

Por todo esto y más exigimos:

– La plena despatologización de las identidades trans. Que el reconocimiento que ha hecho la Organización Mundial de la Salud de que no estamos enfermas llegue a todos los niveles administrativos y sociales y dejemos de necesitar de tutelas médicas para validar nuestras identidades.

El derecho a la autodeterminación del género. El reconocimiento de que solo nosotres podemos saber, expresar y certificar quienes somos, y el derecho a ser tratades conforme a nuestras identidades, las que nosotres vivimos, no las que otres nos quieran imponer.

El derecho a elegir si acometemos o no un tránsito de cualquier tipo, especialmente físico, al igual que la individualidad de cada proceso de tránsito, marcado por las circunstancias, necesidades y deseos de cada persona.

– La protección plena de las personas trans menores. Les niñes trans tienen que poder desarrollar libremente su personalidad sin sufrir incomprensión familiar, acoso escolar o tutorizaciones normativas de su expresión de género que vayan en contra de su identidad y su dignidad.

– La adopción inmediata de medidas urgentes para paliar la discriminación que sufrimos, como un plan de choque para revertir la situación de desempleo, que sitúa a la población trans en grave riesgo de exclusión social con tasas superiores al 85%.

El fomento de la investigación en el ámbito sanitario para desarrollar protocolos que verdaderamente incluyan todas las variables y diversidades de las personas trans que deciden acometer un tránsito físico. Ello debe incluir necesariamente una investigación farmacológica que permita desarrollar medicamentos adecuados para nuestras realidades.

El pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, porque las personas no binarias y los hombres trans también abortamos, gestamos y queremos tener acceso a servicios sanitarios y ginecológicos que velen por nuestra salud desde una perspectiva libre de transfobia.

– Especialmente, en este año dedicado a las mujeres LTB, reclamamos también la necesidad de elaborar protocolos de seguimiento para las mujeres trans que han optado por acometer la  intervención quirúrgica de sus genitales. La teoría y la práctica sanitaria someten a las mujeres trans a un desamparo y abandono absolutos, totalmente inadmisibles.

Un movimiento feminista interseccional que tenga en cuenta todas las formas de ser mujer, especialmente de ser mujer trans: mayor, racializada, con discapacidad y/o diversidad funcional, joven, precarizada…

Campañas formativas e informativas para la sociedad general; que promuevan la comprensión de la diversidad y de las realidades trans binarias y no binarias. Incluyendo campañas dirigidas  al el personal de las Administraciones Públicas, especialmente el personal sociosanitario.

Nuestro compromiso es sin duda con el avance por la igualdad en la sociedad y con la plena adquisición de derechos. Por eso, no cesaremos de condenar cualquier ataque, venga del lado que venga, que se haga contra nuestro colectivo. Las personas trans sufrimos el machismo al igual que lo sufren las mujeres CIS a lo que tenemos que sumarle los ataques de aquellas que nos consideran mujeres y hombres de tercera. Si para la Iglesia éramos y somos pecadores, para la medicina hemos sido enfermos y para la sociedad sujeto de agresiones; algo que aún no ha cambiado.

Recommended Posts

Dejar un comentario