Un diecisiete de mayo más necesario que nunca

 In Diversitat, Información, LGTB

-Hoy celebramos el Día Internacional Contra la LGTBIFobia en una situación excepcional

-Desde la declaración del Estado de Alarma han crecido las agresiones homófobas y tránsfobas tanto en los entornos familiares como en la calle

-Se hace necesaria una apuesta decidida y segura por la educación en diversidad y la creación de protocolos para combatir el acoso por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género en los entornos laborales

 

Alicante.17 de mayo del 2020.  Desde Diversitat y el Observatorio, queremos reivindicar en este 17 de mayo, Día Internacional Contra la LGTBIFobia, los derechos de las personas LGTBI. Durante el Estado de Alarma, y como venimos denunciando tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación, hemos advertido distintos ataques contra nuestro colectivo; también, hemos denunciado la situación de todas esas personas LGTB que no se atreven a contar en su entorno laboral cuál es su orientación sexual o identidad de género por miedo a las represalias.

Hemos podido denunciar en los últimos días el ataque tránsfobo que han sufrido dos mujeres trans y que ya está puesto en manos de la justicia como caso más notorio, pero hemos recibido decenas de denuncias que están siendo en este momento procesadas. Desde la entidad y el Observatorio tenemos claro que no vamos a dejar que la LGTBIFobia nos gane la batalla. No permitiremos que la derecha más extrema intente denostarnos como colectivo ni que nadie quiera eliminar nuestro carácter reivindicativo.

La situación actual no es fácil para nadie. Si al confinamiento le añadimos las distintas agresiones que se han ido produciendo, nuestra realidad se convierte en insostenible. Los puntos que más nos afectan son los siguientes:

 

Devastación de las formas de subsistencia: la inseguridad en la vivienda y en la comida que está aumentando y que proviene de la pérdida de trabajos, así como de la caída de la economía afectan al colectivo LGTBIQ en mayor medida, además del gran impacto en la discriminación en el empleo.

Disrupciones en el acceso a los cuidados sanitarios: incluyendo la medicación imprescindible contra el VIH y los tratamientos de afirmación de género, así como el rechazo a la búsqueda de cuidados de salud debido a la discriminación, el estigma y el rechazo a los servicios sanitarios, experimentado por la gente LGTBIQ incluso fuera de la pandemia, más aún en ella.

Elevado riesgo de violencia doméstica y familiar: la más prevalente forma de violencia a la que se enfrentan las personas LGTBIQ en el día a día se incrementa en circunstancias de confinamiento, toque de queda y falta de acceso a los servicios de apoyo y los recursos comunitarios.

Aislamiento social y ansiedad incrementada: que se incrementan por ser separadxs de las familias “elegidas” y de la comunidad LGTBIQ.

Ser el chivo expiatorio, estigma y discriminación social: Hay una tradición dura y desafortunada de que las personas LGTBIQ somos culpadas en las situaciones de emergencia, lo que nos lleva a mayor estigmatización, marginalización, violencia y peligro.

Abuso del poder del estado: represión, exclusión y criminalización están en aumento en los países cercanos al autoritarismo y con ideologías de género regresivas, donde muchos estados utilizan la emergencia para controlar específicamente a las personas LGTBIQ

Preocupaciones sobre la supervivencia organizacional: cuando se amplifican más allá los efectos, vemos que las organizaciones de la comunidad LGTBIQ, así como los espacios abiertos, que proporcionan soporte al colectivo, empiezan a ser recortados. Las organizaciones ahora se enfrentan a un futuro incierto con recorte de financiación, confinamiento y tener que cambiar a actividades en línea, así como llamadas en directo.

 

Desde aquí exigimos una ley Trans y una ley LGTBI de carácter estatal y al estilo de las que ya existen en la Comunidad Valenciana; y las queremos en esta legislatura. No queremos que existan personas de primera y de segunda en el Estado, ni viajar con miedo porque en algunos sitios la LGTBIFobia es delito y en otros no. Queremos tener las mismas libertades en cada uno de los puntos de la geografía española y que ningún delito acometido contra una persona por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género quede impune.

Hoy seguimos muriendo en muchas partes del planeta por nuestra orientación sexual e identidad de género. Seguimos siendo personas de segunda o incluso de tercera en algunos países que no han entendido que la Diversidad es una fuente de riqueza social y cultural. Por eso, y por la excepcionalidad del momento que ha generado la COVID-19, le exigimos al gobierno que acelere todos los procesos de asilo a todas las personas que están sufriendo persecución en sus países por ser LGTBI. Este no es un momento para las medias tintas, sino para las decisiones valientes.

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