Diversitat exige una Ley Estatal Específica que regule y reconozca los derechos de las personas trans
Ser transexual en más de 72 países es motivo de encarcelamiento o pena de muerte
Las personas trans somos objeto de la discriminación a la que nos conduce una sociedad incapaz de respetar la diversidad
En el 2018 la OMS retiró la transexualidad dentro del listado de trastornos mentales, pero desde el colectivo denunciamos que existe mucho trabajo aún por hacer
Hoy, Día de la Despatologización Trans, desde el colectivo de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales de Alicante, Diversitat, exigimos que se tomen medidas urgentes desde el gobierno estatal y se implemente una ley específica de regule y reconozca los derechos de las personas transexuales en España. La realidad de las personas trans ha sido y es la realidad de un colectivo tradicionalmente maltratado no solo desde la sociedad, sino desde las políticas que se han ido aplicando y que nos han condenado a la negación más absoluta de nuestra realidad.
Para la iglesia, somos pecadoras. Y aún siguen existiendo terapias de aversión en distintos puntos de la geografía española donde no existen leyes que ilegalicen prácticas abusivas que pretenden que dejemos de ser lo que somos. Para la medicina, hasta hace unos meses, éramos enfermas. Y para la ley, incluso dentro de nuestro país, somos delincuentes. Por eso exigimos que exista una Ley Estatal Específica que reconozca y regule nuestros derechos, como ya existe en la Comunitat Valenciana desde octubre del pasado 2018.
La realidad de las personas trans
Si dos de cada tres personas LGTBI, como hemos reivindicado desde Diversitat, tienen miedo a reconocer su orientación sexual o identidad de género en el entorno laboral, cuando hablamos de la visibilidad de las personas trans en el trabajo los datos son aún más preocupantes. Y es que más del 85% de nosotras no tenemos trabajo y, cuando lo encontramos y descubren que somos transexuales, en muchas ocasiones nos despiden.
Entendemos que España es uno de los países más avanzados en materia de diversidad pero que aún existen muchos flecos sueltos. Uno de ellos es la deuda histórica que se ha venido alargando en el tiempo con las personas trans y que solo una Ley Específica podría empezar a paliar. No exigimos más derechos que el resto de las personas; solo queremos tener los mismos derechos en un Estado en el que la ley no nos los reconoce.
